TRANSFIGURACIÓN
¿Te das cuenta
de que no has de esperar más?…
¿No sientes que Dios
ya ha soplado en tu barro
y te ha cambiado,
transfigurado en su criatura?…
¿No percibes su aliento,
su fuego misterioso,
su mano protectora?
Transfigurado estás en hombre nuevo,
en testigo de Cristo,
en fuente de amor y de dulzura;
en remanso de paz
y en manantial de alegría.
Transfigurado y dichoso,
porque Él camina contigo,
acompaña tu jornada
y te colma de su Vida.
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