¿Qué es el hombre, para qué sirve,
cuál es su bondad y su maldad?
Los días del hombre son contados,
y es mucho si llega a cien años;
una gota del mar, un grano de arena;
esos son mil años comparados con el día eterno.
Por eso el Señor tiene paciencia con ellos
y derrama sobre ellos su compasión.
Pues sabe muy bien que están inclinados al mal,
y por eso abunda su perdón.
El hombre se compadece de su prójimo;
el Señor, de todos los vivientes;
avisa y educa y enseña
y guía como pastor a su rebaño.
Se compadece de los que reciben la corrección
y de los que se esfuerzan por cumplir sus mandamientos.
Eclesiástico 18, 8-14
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