CICLO LITÚRGICO C

GRATITUD Y DISPONIBILIDAD (Lc 17, 11-19)

GRATITUD Y DISPONIBILIDAD (Lc 17, 11-19) El relato lucano de la curación por Jesús de diez leprosos, de los que solamente uno, y éste samaritano, vuelve para agradecérselo y convertirse en seguidor suyo, es buena ocasión para hacernos un “examen de conciencia” como cristianos; es decir, supuestamente “buenos discípulos”. La conclusión a extraer del relato es bien clara y no ofrece dudas

TENER FE  (Lc 17, 5-10)

TENER FE  (Lc 17, 5-10) Es de sobra conocido que la famosa frase barthiana: “la revelación es la abolición de toda religión”, sintetiza y presenta con carácter contundente y provocador, el hecho incuestionable para cualquier cristiano de que el mero esfuerzo humano por llegar al conocimiento de Dios, honrarlo, y dedicarle un culto agradecido y comprometido (la “religión” como pretensión de adquirir

INCORREGIBLES (Lc 16, 19-31)

INCORREGIBLES (Lc 16, 19-31) La insensibilidad ante el sufrimiento del prójimo es algo que nos sorprende en los demás, pero que no nos paramos a considerar pueda afectarnos a nosotros mismos, que nos indignamos ante las muestra de falta de piedad y compasión que descubrimos en otros. Sin embargo, no podemos olvidar nunca preguntarnos por cómo ejercemos nosotros la compasión y la

¿ASTUCIA O TRANSPARENCIA?  (Lc 16, 1-13)

¿ASTUCIA O TRANSPARENCIA?  (Lc 16, 1-13) Reconocer (e incluso “admirarse” de su desfachatez y su verdadera mezquindad), la astucia que parece regir los destinos de nuestra sociedad y nuestro mundo, porque es la principal “cualidad” (que no “virtud”) ejercida por los esclavos del poder y del éxito para dominar a cualquier precio, instalarse perpetuamente en las cumbres y resortes que manipulan la

SEGUIMIENTO E INTERROGANTES (Lc 14, 25-33)

SEGUIMIENTO E INTERROGANTES  El evangelio y la llamada al seguimiento crean siempre interrogantes. Jamás ofrece seguridades, porque la propuesta desafiante de Jesús nunca nos da “recetas”, cuya observación pueda asegurarnos la fidelidad en ese seguimiento; sino pautas de vida que exigen de nosotros discernimiento, y que nunca son “absolutas” en su concreción, sino completamente relativas a cada persona y a las circunstancias

INSIGNIFICANCIA Y FELICIDAD  (Lc 14, 7-14)

INSIGNIFICANCIA Y FELICIDAD  (Lc 14, 7-14) Tal vez  no haya mejor cosa para adquirir plena conciencia de lo que ya sabemos, que somos completamente insignificantes en el mundo y la sociedad, por importantes que nos tengamos y por decisivas que hayan podido ser nuestras aportaciones y nuestros méritos (y más cuando, como es el caso de casi todos nosotros, al menos el

LO IRRELEVANTE (Lc 13, 22-30)

LO IRRELEVANTE (Lc 13, 22-30) Con asombrosa frecuencia situamos nuestra atención y nuestras preocupaciones precisamente en lo que nos resulta tal vez llamativo o provocador a primera vista, pero que en realidad no solamente es secundario o anecdótico, sino incluso completamente irrelevante para el “negocio” de que se trata; mucho más cuando tal “negocio” es el de nuestra salvación y el futuro

LUCIDEZ (Lc 12, 49-53)

LUCIDEZ (Lc 12, 49-53) Es bien sabido que nuestra tarea como fieles discípulos de Jesucristo no es la de “defender la iglesia” (aunque esa institución, que constituye el “depósito” de nuestra fe; y, más allá de su historia, plagada de infidelidades y contradicciones, nos resulta imprescindible en su realidad originaria como comunidad portadora del legado de Cristo a sus discípulos); sino la

CARPE DIEM (Lc  12, 32-48)

CARPE DIEM (Lc  12, 32-48)   El tan extendido y deseado “vivir al día” no está nada lejos de la propuesta evangélica de “estar alerta, porque no sabemos el día ni la hora”; aunque, evidentemente, la diferencia de matices es completa. Por otro lado, la invitación a la vigilancia que nos propone Jesús ni es angustiosa ni pretende amargar nuestra actividad y

LA ÚNICA POSIBILIDAD  (Jn 20, 19-31),

LA ÚNICA POSIBILIDAD  (Jn 20, 19-31), Nuestra fe en la resurrección de Jesús no se basa en sus  incomprensibles “apariciones”, sino en la absoluta confianza en el testimonio de su vida como reveladora de la auténtica voluntad de Dios respecto a su creación. De hecho, una supuesta aparición no añade nada a quien no cree en Jesús y no ha comprobado que