Adviento

CORREGIR LA DESMESURA (Mt 1, 18-24)

Cuando se acerca la Navidad, y con la santa pretensión de celebrar ese misterio desconcertante y siempre actual de la locura divina, que se nos acerca y hace accesible en Jesús como el Mesías, el Cristo, siempre detenemos nuestra mirada en María, la portadora de un modo “directo” de esa Buena Noticia. Mateo en su evangelio, tras la escueta referencia al hecho

JUAN Y JESÚS (Mt 11, 2-11)

La vida de Juan, el Bautista, no tiene ningún sentido sin Jesús. Pero Jesús tarda demasiado en manifestarse y lo hace de un modo demasiado silencioso e imprevisto, no es nada fácil identificarlo… Tal como nos lo presentan los evangelios, parece que Juan, al igual que le ocurrió a Jesús, tuvo una “vida oculta” previa de preparación, maduración, afianzamiento progresivo en lo

UN TRUENO EN EL DESIERTO (Mt 3, 1-12)

En medio del tedio y la rutina, de la superficialidad y las falsas esperanzas, de la banalidad instalada hasta en los rincones más sagrados, y cuando las expectativas mundanas están contaminando el cumplimiento de las promesas divinas y prostituyendo su llamada y su mensaje; en un orden político, social y religioso interesado, mezquino, impregnado de rencores y discordias, de ansias de poder

NI MIEDO NI RECELO… (Mt 24, 37-44)

Ni miedo ni recelo; ni amenaza ni condena; por el contrario: ¡ilusión y confianza!... Un diluvio imprevisto siempre es una catástrofe. Cuando se prevé como inminente, nos permite salvar la vida e incluso adoptar precauciones para evitar que su onda destructiva nos golpee inadvertidamente, de modo que podamos reducir en lo posible las consecuencias de su impacto y los conocidos efectos devastadores