ORAR CON LA BIBLIA
Todos nuestros enemigos se ríen de nosotros; nos asaltan terrores y espantos, desgracias y fracasos, lloramos arroyos de lágrimas por la ruina de la capital. Mis ojos se diluyen sin cesar y sin descanso, hasta que el Señor desde el cielo se asome y me vea; me duelen los ojos de llorar por las jóvenes de la ciudad. Los que me odian sin razón me han dado