LA ÚNICA CUESTIÓN (Lc 24, 35-48)
LA ÚNICA CUESTIÓN (Lc 24, 35-48) Tras la resurrección de Jesús, inesperada y recibida forzosamente con una mezcla de incredulidad y de júbilo por parte de sus discípulos, de temor y de inmensa alegría, de estupor y de conciencia de “victoria divina” y reivindicación de su persona y de su vida, la única cuestión decisiva es el interrogante de una gran tarea: “¿Qué hemos