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¿ACASO HAY ALGUIEN INOCENTE? (Lc 13, 1-9)

¿ACASO HAY ALGUIEN INOCENTE? (Lc 13, 1-9) Hoy en día todos tenemos claro que los acontecimientos desafortunados o las situaciones de desgracia o sufrimiento no constituyen un castigo divino ni suponen la culpabilidad y condena de las personas que los padecen. Eso de “¡castigo de Dios!”, aunque todavía lo digamos coloquialmente, no forma parte de nuestro juicio sobre las causas y supuesto

OJOS PARA VER A DIOS  (Lc 9, 28-36)

OJOS PARA VER A DIOS  (Lc 9, 28-36) La revelación de Dios es siempre en perspectiva de futuro, porque su proyecto creador es una oferta salvífica, una plenitud de vida a la que nos convoca desde la libertad. Por eso, desde Abraham, la fe se manifiesta en la esperanza firme  y la confianza en su promesa, que se sitúa siempre más allá

PRETENDER SER OTRO (Lc4, 1-13)

PRETENDER SER OTRO (Lc4, 1-13) El evangelio de s. Lucas nos dice que los cuarenta días de ayuno de Jesús en el desierto, previos al inicio de su vida pública proclamando el evangelio, los condujo “impulsado por el Espíritu Santo”; es decir, que precisamente el Mesías, que dirige su vida y la interpreta “desde Dios”, padece por ello “la provocación de Satanás”,

ANONIMATO (Lc 6, 39-45)

ANONIMATO (Lc 6, 39-45) El evangelio de Jesús no es sólo una llamada a la radicalidad en el ejercicio de la caridad como expresión de un amor al prójimo incondicional y prioritaria en la vida de las personas; sino también, y simultáneamente, una invitación a hacerlo desde el anonimato y sin protagonismos: sin propaganda ni autosatisfacción, sino como la inevitable consecuencia de

ÉTICA DE MÁXIMOS (Lc 6, 27-38)

ÉTICA DE MÁXIMOS (Lc 6, 27-38) Hace ya varias décadas que en el ámbito de la reflexión ética se ha hecho dominante el discurso sobre el consenso mínimo que permita a la sociedad regirse por normas en las que todos coincidamos, con un consentimiento unánime que conduzca a la convivencia pacífica; reservando al ámbito privado todo aquello que, aunque sea lo determinante

UN DISCURSO PARA ACTUALIZAR  (Lc 6, 20-26)

UN DISCURSO PARA ACTUALIZAR  (Lc 6, 20-26) No puede negarse que a primera vista el discurso de las Bienaventuranzas es un cúmulo de despropósitos no sólo difícil de admitir, sino incluso con una cierta sombra de inadmisible e intolerable. Nadie en su sano juicio y con un mínimo de sensibilidad humana, de compromiso ético, y de compasión por el prójimo, puede defender

UN INFLUJO ESPECIAL (Algo más que “buena suerte”…)  (Lc 5, 1-11)

UN INFLUJO ESPECIAL (Algo más que “buena suerte”...)  (Lc 5, 1-11) Hasta en lo más trivial e intrascendente invocamos y buscamos con frecuencia la que llamamos “buena suerte”, la cual, sin corresponder a nuestro esfuerzo, o a nuestras posibilidades y cálculos, con su “influjo favorable” hace posible que obtengamos lo pretendido. Somos perfectamente conscientes de que no todo depende de nosotros, y

BREVEMENTE…  (Lc 2, 22-40)

BREVEMENTE…  (Lc 2, 22-40) Celebrar la Fiesta de la Presentación del Señor cuando ya se ha concluido el Ciclo de Navidad y hemos actualizado su Bautismo y el comienzo de su “vida pública” con su anuncio del Evangelio, no deja de ser una incongruencia. Pero hay algo importante que la Iglesia nos invita a rescatar de ese relato entrañable, y por eso

MÁS ALLÁ DE “LO RELIGIOSO”  (Lc, 4, 14-21)

MÁS ALLÁ DE “LO RELIGIOSO”  (Lc, 4, 14-21) La escena de Jesús en la sinagoga de Nazaret, tal como la cuenta el evangelio de Lucas es significativa de cómo la fe cristiana (ésa tan peculiar que despierta Jesús), se sitúa en el contexto de nuestro comportamiento religioso habitual. Ninguno de los asistentes sospecha que uno de ellos, Jesús, su vecino, vaya a

LO IMPERCEPTIBLE (Jn 2, 1-11)

LO IMPERCEPTIBLE (Jn 2, 1-11) Al considerar los “milagros” de Jesús estamos acostumbrados a referirnos a lo evidente: su carácter extraordinario y espectacular, que deja maravillados y boquiabiertos a quienes los presencian. No nos paramos a pensar sobre una dimensión no tan llamativa y en apariencia muy poco “provocadora de reflexión, pero que quizás es la que hace a Juan, con una