COMPLICIDAD Y LIBRE DECISIÓN (Lc 3, 15-22)
COMPLICIDAD Y LIBRE DECISIÓN (Lc 3, 15-22) Hay una forma de sentirse (y saberse) responsable de la maldad humana que no se refiere a nuestros actos personales; ni siquiera a las consecuencias negativas que pueden tener involuntariamente nuestras decisiones, a pesar de no buscar ni pretender directamente el mal ajeno
EL PRÓLOGO A LA VIDA (Jn 1, 1-18)
EL PRÓLOGO A LA VIDA (Jn 1, 1-18) Que Dios estaba en el principio, y que ha de ser él el Creador del universo y su destino, es confesar nuestra ignorancia. Pero no es conformarse con ella, sino concederle toda su grandeza, porque –como diría el filósofo- es también la
LA ÚNICA SOSPECHA (Lc 2, 41-52)
LA ÚNICA SOSPECHA (Lc 2, 41-52) Todo padre o madre que contempla a su hijo desde lo profundo de la vida y de la persona, se maravilla y descubre un misterio. Tal vez María y José percibieran que la rareza de su hijo era singular y no equiparable a la
PONERSE EN CAMINO (Lc 1, 39-45)
PONERSE EN CAMINO (Lc 1, 39-45) Decir que sí a Dios cuando te llama es ponerse en camino. Y no para recibir cuanto antes un supuesto premio que vaya a darte; sino para hacer partícipes a otros, para beneficiar a todos de tu alegría y compartir tu ilusión por la
¿HACER QUÉ? (Lc 3, 10-18)
¿HACER QUÉ? (Lc 3, 10-18) Juan no es el Mesías. Él lo sabe bien, y no quiere que nadie lo ignore. No quiere que lo confundan con quien no es. Pero sí quiere decir bien alto quién es él. Él es el mensajero, el heraldo, el portador de la alegría
SERENAMENTE (Lc 3, 1-6)
SERENAMENTE (Lc 3, 1-6) La invitación del Bautista es apremiante y tiene un viso de urgencia. Una urgencia que no es angustia, ni tampoco reclama actuar precipitadamente o de modo apresurado, sino que es conciencia de la oportunidad que Dios nos ofrece. Invita a la paciencia, a saber esperar. Porque
LA NECESARIA CONFIANZA (Lc 21-28)
LA NECESARIA CONFIANZA (Lc 21-28) A pesar de considerar nuestra vida como un itinerario que nos conduce a Dios, muchas veces la evidencia de su final o la reflexión sobre la muerte nos sumerge en un mar de interrogantes y de dudas. Conocemos gracias a la propia revelación divina la
SER TESTIGO DE LA VERDAD (Jn 18, 33-37)
SER TESTIGO DE LA VERDAD (Jn 18, 33-37) No deja de ser sorprendente que ante la pregunta de Pilato Jesús afirme que es realmente Rey, y no porque ejerza ningún poder o autoridad sobre sus supuestos súbditos o pueblo; sino, dicho simple e inesperadamente, “porque es testigo de la verdad”.
NI CASTIGO NI AMENAZA (Mc 13, 24-32)
NI CASTIGO NI AMENAZA (Mc 13, 24-32) Los discursos escatológicos atribuidos a Jesús no pueden sembrar pánico ni angustia. No tienen como objetivo provocar ansiedad o miedo en quien se une al seguimiento confiando en él y en su evangelio. Mucho menos ser motivo de esos terrores apocalípticos y milenaristas,
¡AY DE NOSOTROS! (Mc 12, 38-44)
¡AY DE NOSOTROS! (Mc 12, 38-44) El halago, el reconocimiento de nuestros méritos, la concesión de honores, premios y medallas, forman parte de los estímulos personales que nos llevan al esfuerzo y espíritu de superación, a la competencia profesional y al compromiso en el desarrollo, progreso y perfeccionamiento de nuestra