PLEGARIA EUCARÍSTICA PARA EL DÍA DE LA SAGRADA FAMILIA

PLEGARIA EUCARÍSTICA   Sagrada Familia-

Realmente es justo y necesario

bendecirte, Padre nuestro, en todo tiempo,

especialmente en estos días de Navidad.

Gracias, Señor,

porque dejaste reflejada tu imagen

en todos los corazones humildes y sinceros:

en la gran familia humana

y en nuestras pequeñas familias reunidas hoy aquí un año más.

Gracias, Señor,

porque nos has dado lo más tuyo

enviándonos a tu Hijo envuelto en el misterio.

Con su venida ha resonado en el mundo

la palabra más clara y luminosa,

la más diáfana y transparente.

Ha florecido un nuevo camino a la esperanza,

porque sus pies han marchado sobre nuestra tierra,

anunciando con fuerza la venida inminente de tu Reino.

Sobre el fondo de nuestra pobreza y desconsuelo

acogemos su profecía de mensajero de la paz

y su convocatoria confiada a la esperanza.

Por eso queremos proclamar tu gloria cantando:

SANTO, SANTO, SANTO…

Señor, Dios nuestro,

la vida necesitamos compartirla,

y Tú mismo has compartido la tuya con nosotros.

No podemos vivir sin la familia,

donde crecemos y nos hacemos quienes somos.

Y tu Hijo, Jesús, plantó su tienda entre nosotros para vivir,

compartiendo en familia nuestra propia vida humana.

Y cuando llegó el momento de su muerte,

también reunió en familia a los suyos,

te bendijo y partió el pan, diciendo:

TOMAD Y COMED…

Y tomó también la copa diciendo:

TOMAD Y BEBED…

El misterio de nuestra fe, Padre,

es el gran regalo de Jesús a su familia:

a nosotros, sus hermanos,

a quienes ha incorporado a su vida,

y a quienes convoca no como individuos aislados,

sino como personas en comunión

que tiendan lazos de amor y de unidad

con la propia fuerza de su Espíritu.

Que Él descienda, Señor, hasta nosotros y nuestras casas.

¡Padre del cielo!, te ofrecemos nuestros hogares

 como lugar donde encuentres siempre acogida

y donde no haya más ley que la de la entrega y la alegría,

la del servicio gozoso desde la paciencia y la bondad,

la del perdón y la misericordia,

la de esos lazos entrañables que son signo de tu presencia

y que rodearon la infancia de tu Hijo

en el júbilo del Espíritu en Nazaret.

Que la ternura de José y María que te ayudó a crecer

y que nos convoca en estos días

a dirigir la mirada hacia un “Portal de Belén”,

sea el distintivo de nuestras familias

y el horizonte de nuestra alegría navideña.

Derrama, Padre, sobre el Papa,

los obispos y sobre la Iglesia entera

la fuerza de tu Espíritu,

para que nuestros hogares, nuestra parroquia y nuestro pueblo,

estén abiertas a todos

y sean lugar de acogida y de perdón, 

de gozo y de esperanza,

especialmente para quienes más sufren o más nos necesitan.

Que sepamos hacer crecer tu Reino

llevando a cabo entre todos la obra que Jesús,

cuyo nacimiento celebramos,

nos encargó con confianza.

Como auténtica familia,

en la que Tú siempre estás presente,

queremos también encomendarte a todos los difuntos,

y hoy especialmente a los nuestros,

que nos enseñaron a vivir,

a confiar en ti y a mantener la esperanza.

Al calor y a la luz de tu presencia,

animados por esa Sagrada Familia

en la que nació, creció, y se enriqueció tu Hijo como hombre,

queremos invocarte diciéndote:

POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL…

Por |2021-12-26T00:07:56+01:00diciembre 26th, 2021|General, Oraciones y música, Plegarias Eucarísticas|Sin comentarios

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