ORAR CON LA BIBLIA

Todos nuestros enemigos se ríen de nosotros;

nos asaltan terrores y espantos, desgracias y fracasos,

lloramos arroyos de lágrimas por la ruina de la capital.

Mis ojos se diluyen sin cesar y sin descanso,

hasta que el Señor desde el cielo se asome y me vea;

me duelen los ojos de llorar por las jóvenes de la ciudad.

Los que me odian sin razón me han dado caza, como a un pájaro;

me han echado vivo al pozo y me han arrojado piedras;

se cierran las aguas sobre mi cabeza,

y pienso: “Estoy perdido”.

Invoqué tu nombre, Señor, de lo hondo de la fosa:

oye mi voz, no cierres el oído a mis gritos de auxilio;

tú te acercaste cuando te llamé

y me dijiste: “No temas”.

Te encargaste de defender mi causa y de salvar mi vida,

has visto que padezco injusticia, juzga mi causa;

has visto la venganza que traman contra mí;

has oído, Señor, cómo me insultan y traman mi desgracia,

lo que dicen y piensan contra mí continuamente;

vigila todos sus movimientos: soy objeto de sus sátiras.

Tú les pagarás, Señor, como merecen sus obras,

les darás una mente obcecada y los maldecirás;

los perseguirás con ira hasta aniquilarlos bajo el cielo, Señor.

Lam 3, 46-66

Por |2020-05-19T13:51:01+01:00mayo 19th, 2020|Oraciones y música, Orar|Sin comentarios

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