CORONAVIRUS: CONVERTIR LA NECESIDAD EN PRIVILEGIO

CORONAVIRUS: CONVERTIR LA NECESIDAD EN PRIVILEGIO

Sí, es incómodo de llevar adelante, y difícil de gestionar y de asumir en todas sus consecuencias, que parecen coartar nuestra libertad y confinar forzosamente nuestra vida; pero no podemos olvidar que hemos de hacer de ello (¡eso es lo que estamos haciendo!), un ocasión involuntaria pero privilegiada, de ejercicio de conocimiento y libertad, de plena consciencia y de soberana voluntad. Las circunstancias nos han conducido (dejemos ahora las causas, los gestores y los responsables) a querer libremente permanecer recluidos y ejercer así una opción responsable y solidaria en beneficio no ya de cada uno de nosotros sino de todos, de la comunidad humana. ¡Hemos de haberlo querido! ¡Hemos de quererlo! Hagamos, pues, de la exigida necesidad objetiva, ejercicio voluntario y libre, incluso generoso, de solidaridad. Y convirtamos así la necesidad en privilegio. Démosle la vuelta a nuestra lógica científica y tengamos la osadía de invertirla convirtiéndola en ocasión de ejercicio de humanidad.

Ante todo, hagámonos merecedores de los aplausos que dedicamos a nuestros sanitarios, aceptando comprensivos y dóciles sus indicaciones cuando acudamos a ellos, y no queriendo que sus respuestas e indicaciones coincidan con nuestros deseos, inquietudes o temores. Asumamos su ejemplo, dedicación y servicio precisamente cuando nos creamos necesitados de su actuación y de su criterio.

Y no sintamos como una maldición nuestro secuestro en el zulo en que se convierte nuestra casa en momentos como éstos; intentemos disfrutar como nunca de los nuestros: de nuestros hijos con los que siempre vamos acelerados y cronometrados; de nuestras parejas y familia con las que siempre decimos desearíamos poder estar más tiempo; imaginemos, inventemos, juguemos, retomemos inocentemente y con entusiasmo el parchís y la baraja; cansémonos físicamente de estar juntos sonriendo y disfrutando, sin prisas ni angustias… descubramos la riqueza y la felicidad de acompañarnos y de mirarnos de cerca, de hablarnos y de permanecer en la intimidad del silencio… tenemos tiempo para todo, para todo lo que vale la pena y nos colma de alegría y de cansancio…

Y además, no lo olvidemos, convirtamos estos días en privilegio de solidaridad. Convirtamos en prioritaria, y ahora sí posible, esa actitud generosa de voluntariado que tanto predicamos y para la que siempre queremos tener tiempo sin lograrlo. Que nuestros vecindarios sean durante unas semanas lugares de vida compartida, esa red solidaria de disponibilidad y ayuda, de ponernos al servicio de quienes estarán más solos e incapacitados, más necesitados. Ahí también, pongamos nuestra imaginación en marcha ideando modos y manera para poder ayudar a los del tabique de al lado… reinventemos el gozo de la compañía y el cariño, las palabras amables y sonrisas… disfrutemos por fin de poder ser útiles a alguien cercano y salgamos fortalecidos de lo que parecía debilitarnos…

Y seamos solidarios hasta con quienes tal vez no lo merezcan… Sin olvidar ni ahorrar la crítica y la exigencia de responsabilidades que proceda cuando llegue el momento, porque los gestores públicos no tienen derecho a apelar a lo imprevisto para justificarse, aparquémosla de momento e incluso tengamos piedad y lástima de ellos, compadezcámoslos porque desde luego se ha hecho definitivamente evidente la irresponsabilidad de “nuestros representantes” y la ineficacia de los “paniaguados”. Porque, ciertamente, son dignos de compasión quienes han dejado al descubierto descaradamente, y ya para siempre, su mediocridad, su irresponsabilidad, su incompetencia y su vergüenza hasta tal punto, que cuando todo pase, acabarán de mostrar su indignidad apalancándose mezquinamente en sus sillones…

Hagamos de la necesidad imperiosa, privilegio de solidaridad, ejercicio de humanidad, ocasión de generosidad.

Por |2020-03-19T07:26:54+01:00marzo 17th, 2020|Artículos, General, Reflexión actualidad|2 Comentarios

2 Comments

  1. […] CORONAVIRUS: CONVERTIR LA NECESIDAD EN PRIVILEGIO […]

  2. José Luis Pérez 31 marzo, 2020 en 10:11 - Responder

    Difícil situación, ahora es cuando tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos, ahora es cuando tenemos que dejar salir eso que llevamos en el corazón, eso que tanto nos asusta porque sabemos que és puro, pero claro, «políticamente incorrecto», no vale el miedo, ahora es cuando tenemos que ser libres porque así nos han concebido.

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