UNA LIBERTAD IMPERDONABLE

“…En el conjunto de la versión que dan los evangelios [de la denuncia y condena de Jesús] se nombra como  motivo originante –muy probablemente, también histórico- del conflicto, la indignación del severo círculo legalista de Israel por el hecho de que el Nazareno se había permitido imperdonables libertades contra la tôràh de Moisés y contra la tradición de los escribas…”

(Ernst Käsemann)

El anuncio del evangelio por Jesús no es una “oferta de salvación”, sino una “convocatoria a la vida”, a una forma de vida peculiar, la suya, la forma divina de vivir.

El negocio de la salvación individual de cada una de las personas queda de lado en la propuesta de Jesús y en su invitación al discipulado. Lo que Él propone a sus seguidores con su desafiante: “Sígueme”, es integrarnos en la comunidad de sus incondicionales, formar parte de ese grupo conjurado, no ya para perpetuar su recuerdo y su memoria o extender su “doctrina”, sino para vivir provocadoramente, como vivió Él, y hacerlo no en nombre propio, sino desde Él; es decir, con plena conciencia y perfecta consciencia de presencia y fundamento. Es insertarse en una dinámica de vida inaugurada y hecha accesible solamente con su persona, y que supuso la desautorización de todo intento humano de conocer, adorar o pretender merecer a Dios y “asegurarse la vida eterna”.

Y compartir vida con Jesús es arriesgado, y no puede uno incorporarse a ello ingenuamente, con la simple buena voluntad del que se emociona al comprobar su bondad, porque es sensible al sufrimiento ajeno, tiene naturaleza compasiva, y desea ejercer la caridad. Caminar con Jesús implica la renuncia. Una renuncia sin rechazo. Pero clara y concluyente, exigente y comprometida. Porque la renuncia significa, en términos positivos, una disponibilidad absoluta, completa e inequívoca para cualquiera que pueda pasar a nuestro lado. Una disponibilidad y una acogida para la que no puede ser nunca obstáculo nada ni nadie: ni lo nuestro, ni los nuestros, ni siquiera nosotros mismos… Porque es lo opuesto de la autosuficiencia. Es el ejercicio soberano e insobornable de la voluntad de la persona.

Esa forma de vivir es la única, nos dice Jesús en su evangelio y con el testimonio de su propia vida, que da acceso a la libertad auténtica, a una libertad total. Y el logro de esa libertad es imposible por otra vía; su alcance se da exclusivamente viviendo al modo de Jesús, asumiendo el olvido de nuestro afán de control y de selección cuando confundimos libertad con “capacidad de elección”. Por eso es una libertad imperdonable para quienes consideran que creer en Dios es una especie de dependencia y esclavitud, de cerrazón en el santuario de sí mismos, para desde allí fomentar algo así como una piedad intimista y exclusiva, anquilosada y estática, entretejida de rigores intransigentes y de voluntarismos privados. Una religiosidad así entendida sí que se convierte en enemiga declarada de la libertas, en opio del pueblo

Jesús muestra con su vida que Dios no le impone limitaciones, sino que le proporciona libertad, la libertad definitiva, una libertad de tal magnitud que es el fundamento de ese poder que se manifiesta en su vida, de esa autoridad que le permite y le capacita para vencer obstáculos y ejercer la bondad, ofreciendo el perdón sin tener que rendir cuentas a ninguna de las supuestas y autoproclamadas autoridades religiosas, ni a los poderes establecidos.

Esa libertad, imperdonable para tantos devotos y jerarcas religiosos, auténtico regalo de Dios y tesoro incalculable de la persona humana, es la que hace que el propio evangelio de Jesús, aunque lleve a la cruz, pase de ser “doctrina” o teoría curiosa y extravagante, a “fuerza impulsora” arrebatadora e imparable, espíritu animador y dador de vida… Porque cuando se pretende vivir desde una religiosidad cicatera,  escrupulosa, adormecedora, legalista y “rigurosa”, no se irradia alegría, libertad y vida; sino tristeza, resignación y muerte… que es justamente lo opuesto, las antípodas del evangelio del Cristo…

Por |2020-12-24T23:08:35+01:00diciembre 16th, 2019|Artículos, General, Reflexión actualidad|Sin comentarios

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