¿PARA QUÉ?
Para qué ponernos tiernos y blandos estos días navideños, si nos pasamos la vida protestando, quejándonos del prójimo, viendo competidores, rivales y potenciales enemigos por todas partes… para qué presumir de delicadeza unas fechas, cuando el resto de nuestra vida somos despiadados, mezquinos, recelosos y rencorosos… para qué derrochar en regalos y compras, en finos adornos, decorados y “detalles”, si vivimos desde