Un poema, una música, un violín y una voz, para llegar a lo profundo con cuatro minutos de paz en medio de tantas turbulencias que nos rodean…
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Und morgen wird die Sonne wieder scheinen Und auf dem Wege, den ich gehen werde, Wird uns, die Glücklichen, sie wieder einen Inmitten dieser sonnenatmenden Erde Und zu dem Strand, dem weiten, wogenblauen, Werden wir still und langsam niedersteigen, Stumm werden wir uns in die Augen schauen, Und auf uns sinkt des Glückes stummes Schweigen… | Y mañana brillará de nuevo el sol, y por el sendero que recorreremos la felicidad de nuevo nos envolverá en el seno de esta tierra embriagada de sol… Y hacia la extensa playa de olas azuladas descenderemos lentamente en silencio, mudos nos miraremos a los ojos y sobre nosotros caerá el silencio de la felicidad… Escaneado por: David Ruiz 2001 |
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