Busca al Señor, tu Dios,
y lo encontrarás si lo buscas de todo corazón
y con toda el alma.
Cuando al cabo de los años
te alcancen y te estrechen todas estas maldiciones,
volverás al Señor, tu Dios, y lo obedecerás.
Porque el Señor, tu Dios, es un Dios compasivo:
no te dejará,
ni te destruirá,
ni olvidará el pacto que juró a vuestros padres.
Dt 4, 29-31
Deja tu comentario